sábado, 2 de marzo de 2013

Relatoría el cuerpo como signo


EL CUERPO HUMANO COMO SIGNO

Mediante la lectura y análisis del artículo “Discurso, isotopía y neo-narcicismo: contribución a una semiótica del cuerpo” (1) se evidencia que la tesis de los autores es que “El cuerpo ocupa hoy un lugar privilegiado, en intensidad y frecuencia, en los procesos culturales que tienen como centro los masivos, omnipresentes y omniabarcantes medios de producción, distribución y venta de significaciones que se expresan en poderosos signos y símbolos. Los procesos y las estructuras semióticas que fundamentan la utilización de la belleza como espectáculo trabajan sobre lo que podríamos denominar el orden social y cultural de la apariencia, un orden producido, aprendido, internalizado en nuestra conciencia, y en el cual el hombre es un signo” (1). Este, permite ver como la sociedad y la cultura han transformado el concepto de belleza, aprovechando el mundo capitalista y el consumismo en el que están inmersa, utiliza los medios de comunicación masivos para vender un modelo de belleza transnacional en el que la belleza se asocia con cumplir unos estándares de apariencia. El mercado de consumo utiliza variadas estrategias semióticas para la naturalización artificial del cuerpo como la naturalización de olores en los perfumes y de los productos anti-envejecimiento, además de que emplean un discurso cientificista y al idioma inglés para generar en la sociedad una idea de que estos productos ayudarán a adquirir belleza, esto se evidencia en la siguiente frase “las estrategias semióticas más utilizadas para la construcción de la isotopía de lo natural han sido las de nominación e iconización” (1), esta forma de nombrar y clasificar las cosas permite crear referentes para las personas.
Sin embargo, no podemos olvidar que el ser humano vive inmerso en un mundo de lenguajes, lo que Lotman denomina la semiósfera (1), que aunque el ser humano no se dé cuenta, su cuerpo expresa y esto tiene un significado social; es aquí, donde la semiótica permite comprender que el cuerpo es un lenguaje en sí mismo, que es capaz de entrar en un proceso de comunicación con el otro, el cuerpo es un lenguaje en acción, de esta forma, se hace evidente que el cuerpo es un signo, que sencillamente está lleno de significados.
A través de la historia el ser humano ha realizado prácticas para embellecer su cuerpo ligadas al dolor físico, tales como tatuajes, escarificaciones, perforaciones y otras como emplear vestimentas, perfumes, adornos y pinturas; “En un caso como en otro, ese estoicismo, entendido como dominio y control de las sensaciones, se puede describir como un sacrificio que implica el ejercicio de una violencia contra el propio cuerpo. Se trata de un intensivo trabajo, lleno de dolor, esfuerzo y abstinencia, destinado a hacer del cuerpo nuestro mejor capital simbólico…es el cuerpo aquel que primero nos presenta, identifica y legitima ante el mundo” (1). La belleza del cuerpo es el principal interés de los seres de la actualidad, se ha convertido en una búsqueda obsesiva, que se sustenta en la necesidad de aceptarse a sí mismo, ser aceptado por los demás y adquirir un status social; estos procesos de adaptación llevan al ser humano a emplear la tecnología de la belleza y realizar por ejemplo cirugías estéticas para cambiar partes del cuerpo que consideran que no son bellas según el patrón universal establecido de belleza; “el cuerpo humano se ha convertido en sujeto y objeto de la necesidad estética” (1).

Los autores del artículo emplean expresiones que nos permiten llegar a las nociones, tales como  “…el cuerpo no es sólo un objeto antropológico, vale decir un objeto social y cultural, sino también, complementariamente, un espacio lleno de significaciones, preñado de sentidos que se fundamentan en la semiotización activa de su totalidad y de su morfología” (1); “… la Semiótica aborda el cuerpo como un lenguaje en sí mismo, como un significante, competente para entrar en un proceso de comunicación…Como ningún otro signo, el cuerpo es un lenguaje en acción, siempre siendo y siempre haciéndose, un lenguaje que ocurre y discurre” (1). A partir de las anteriores expresiones y el análisis del artículo, se construyen las siguientes categorías: cuerpo espacio de significaciones y sentidos; cuerpo lenguaje en sí mismo, lenguaje en acción y proceso de comunicación; cuerpo signo y símbolo; el cuerpo escenario de signos y el cuerpo mundo de lenguajes.

Los autores del artículo concluyen que aunque en todas las épocas de la historia de la humanidad ha existido la búsqueda de la belleza, en la actualidad se presenta el mayor auge, esto motivado por los medios de comunicación masivos que aprovechan  para comercializar productos y técnicas que “proporcionan belleza”. Sin embargo, en esa búsqueda de la belleza plantean que se deben respetar las diferentes culturas y los valores de cada grupo, pues en esta diversidad cultural se encuentra una gran riqueza.







BIBLIOGRAFÍA

1. Finol, José Enrique; Finol, David Enrique. Discurso, Isotopía y Neo-Narcisismo: Contribución a una Semiótica del Cuerpo [en línea]. En: Telos, Revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Sociales. Vol. 10, No. 3. Septiembre – Diciembre, 2008; pp 383 – 402. [Acceso 15 de febrero de 2013]. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=99318197003.




No hay comentarios:

Publicar un comentario