EL
CUERPO HUMANO COMO SIGNO
Mediante la lectura y
análisis del artículo “Discurso, isotopía y neo-narcicismo: contribución a una
semiótica del cuerpo” (1) se evidencia que la tesis de los autores es que “El
cuerpo ocupa hoy un lugar privilegiado, en intensidad y frecuencia, en los
procesos culturales que tienen como centro los masivos, omnipresentes y
omniabarcantes medios de producción, distribución y venta de significaciones
que se expresan en poderosos signos y símbolos. Los procesos y las estructuras
semióticas que fundamentan la utilización de la belleza como espectáculo trabajan
sobre lo que podríamos denominar el orden social y cultural de la
apariencia, un orden producido, aprendido, internalizado en nuestra
conciencia, y en el cual el hombre es un signo” (1). Este, permite ver como la
sociedad y la cultura han transformado el concepto de belleza, aprovechando el
mundo capitalista y el consumismo en el que están inmersa, utiliza los medios
de comunicación masivos para vender un modelo de belleza transnacional en el
que la belleza se asocia con cumplir unos estándares de apariencia. El mercado
de consumo utiliza variadas estrategias semióticas para la naturalización
artificial del cuerpo como la naturalización de olores en los perfumes y de los
productos anti-envejecimiento, además de que emplean un discurso cientificista
y al idioma inglés para generar en la sociedad una idea de que estos productos
ayudarán a adquirir belleza, esto se evidencia en la siguiente frase “las
estrategias semióticas más utilizadas para la construcción de la isotopía de lo
natural han sido las de nominación e iconización” (1), esta forma de
nombrar y clasificar las cosas permite crear referentes para las personas.
Sin embargo, no podemos
olvidar que el ser humano vive inmerso en un mundo de lenguajes, lo que Lotman
denomina la semiósfera (1), que aunque el ser humano no se dé cuenta, su cuerpo
expresa y esto tiene un significado social; es aquí, donde la semiótica permite
comprender que el cuerpo es un lenguaje en sí mismo, que es capaz de entrar en
un proceso de comunicación con el otro, el cuerpo es un lenguaje en acción, de
esta forma, se hace evidente que el cuerpo es un signo, que sencillamente está
lleno de significados.
A través de la
historia el ser humano ha realizado prácticas para embellecer su cuerpo ligadas
al dolor físico, tales como tatuajes, escarificaciones, perforaciones y otras
como emplear vestimentas, perfumes, adornos y pinturas; “En un caso como en
otro, ese estoicismo, entendido como dominio y control de las sensaciones, se
puede describir como un sacrificio que implica el ejercicio de una violencia
contra el propio cuerpo. Se trata de un intensivo trabajo, lleno de dolor,
esfuerzo y abstinencia, destinado a hacer del cuerpo nuestro mejor capital
simbólico…es el cuerpo aquel que primero nos presenta, identifica y legitima
ante el mundo” (1). La belleza del cuerpo es el principal interés de los seres
de la actualidad, se ha convertido en una búsqueda obsesiva, que se sustenta en
la necesidad de aceptarse a sí mismo, ser aceptado por los demás y adquirir un
status social; estos procesos de adaptación llevan al ser humano a emplear la
tecnología de la belleza y realizar por ejemplo cirugías estéticas para cambiar
partes del cuerpo que consideran que no son bellas según el patrón universal
establecido de belleza; “el cuerpo humano se ha convertido en sujeto y objeto
de la necesidad estética” (1).
Los autores del
artículo emplean expresiones que nos permiten llegar a las nociones, tales
como “…el cuerpo no es sólo un objeto
antropológico, vale decir un objeto social y cultural, sino también,
complementariamente, un espacio lleno de significaciones, preñado de sentidos
que se fundamentan en la semiotización activa de su totalidad y de su
morfología” (1); “… la Semiótica aborda el cuerpo como un lenguaje en
sí mismo, como un significante, competente para entrar en un proceso de
comunicación…Como ningún otro signo, el cuerpo es un lenguaje en acción,
siempre siendo y siempre haciéndose, un lenguaje que ocurre y discurre” (1).
A partir de las anteriores expresiones y el análisis del artículo, se
construyen las siguientes categorías: cuerpo espacio de significaciones y
sentidos; cuerpo lenguaje en sí mismo, lenguaje en acción y proceso de
comunicación; cuerpo signo y símbolo; el cuerpo escenario de signos y el cuerpo
mundo de lenguajes.
Los autores del artículo concluyen que aunque en todas las épocas de la
historia de la humanidad ha existido la búsqueda de la belleza, en la
actualidad se presenta el mayor auge, esto motivado por los medios de
comunicación masivos que aprovechan para
comercializar productos y técnicas que “proporcionan belleza”. Sin embargo, en
esa búsqueda de la belleza plantean que se deben respetar las diferentes
culturas y los valores de cada grupo, pues en esta diversidad cultural se
encuentra una gran riqueza.
BIBLIOGRAFÍA
1. Finol, José Enrique; Finol, David Enrique. Discurso, Isotopía y
Neo-Narcisismo: Contribución a una Semiótica del Cuerpo [en línea]. En: Telos, Revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias
Sociales. Vol. 10, No. 3. Septiembre
– Diciembre, 2008; pp 383 – 402. [Acceso 15 de febrero de 2013]. Disponible en:
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=99318197003.
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